Historia de Vicálvaro | Capítulo IV, El siglo XVII
La Sala de Alcaldes de Casa y Corte del Consejo de Castilla, entendía en los pleitos y causas civiles y criminales de los pueblos situados hasta a cinco leguas de Madrid. Por privilegio real controlaba el comercio de determinados productos necesarios para el consumo de la Corte, que no podían venderse O comercializarse sin su autorización.
El Archivo Histórico Nacional guarda algunos juicios, permisos pedidos o requisitorias de vecinos de la aldea. He aquí varios. En 1617 se concedió permiso a un mesonero que solicitaba dar de comer a los arrieros. Un año después se otorgó licencia para habitar un bodegón. En 1628 los labradores de Vicálvaro y Vallecas pidieron conjuntamente que no se encareciese la leña. En 1623, la solicitud fue para cosechar y vender vino —moscatel y carraspada—, siempre que no excediese al tenido por la Corte. A finales del siglo XVII, en 1692, el vecino Francisco Gutiérrez Polanco requirió permiso para poner seis u ocho puestos de venta de vino en la fiesta del pueblo. En 1696 se celebraría un juicio contra Gabriel Pérez, vecino de Vicálvaro, que se vio obligado a pagar cincuenta ducados y padecer veinte días de cárcel por introducir carne de vaca y carnero treinta carneros coxúdos de vallecas en las carnicerías del pueblo, comercio prohibido y acción denunciada por los vicalvareños que veían afectados sus intereses comunes. Gabriel Pérez alegó carencia de carne en las carnicerías del lugar y necesidad de ese alimento para enfermos y «achacosos», pero, en realidad, de esta operación sólo se beneficiaban los vecinos acomodados.
En 1783, la autoridad competente encontró un par de pistolas prohibidas. De 1796 es la causa contra Esteban Sevillano, querellado con Antonia Blanco (vecinos vicalvareños), a causa de un estupro. Sevillano quedó en libertad bajo fianza.
Otros documentos de carácter jurídico, son los siguientes.
Lleva fecha de 29 de diciembre de 1609 una carta de obligación, por la que los vecinos de Vicálvaro, Melchor de Prado Figueroa , Ándrés y Esteban de Gerencia y Francisco Méndez, se comprometen a pagar la deuda contraída con Lorenzo de Prado y Mármol. La cantidad adeudada es de trescientos ducados —112.600 maravedíes— en reales de plata castellanos.
En 1624 se describe la visita de Vicálvaro del corregidor de Madrid, que ordena a la justicia la revisión de cuentas de la administración del Consejo del pueblo, particularmente del depósito de trigo que fundara el cura del lugar, don Francisco Osorio.
En 1638 la Villa de Madrid tramita la cobranza de impuestos en maravedíes relacionados con tierras del término de Vicálvaro, adquiridas por los vecinos. Se detallan nombres y cifras.
La Sala de Alcaldes de Casa y Corte, bajo cuya autoridad quedaba controlada la vida cotidiana del pueblo hasta en sus mínimos detalles, cesó como tal para dejar paso a la actual Audiencia Nacional, el 2 de febrero de 1837.